Annika Sörenstam.
Como un sentido homenaje al gravemente accidentado Tiger Woods, al menos una docena de jugadores vistieron el uniforme dominical del californiano, consistente en pantalón negro y camisa roja. Durante el WGC-Workday Championship, se vistieron en esos colores jugadores como Rory McIlroy, Patrick Reed, Jason Day, Carlos Ortiz, Tony Finau y Tommy Fleetwood: incluso Phil Mickelson y hasta Annika Sörenstam vistieron sus colores en sus respectivos torneos.
Woods respondió emocionado: «Es difícil explicar lo conmovedor que ha sido el día de hoy cuando encendí la televisión y vi todas las camisetas rojas».
Tanto el estadunidense Collin Morikawa —pro su brillante triunfo en el WGC-Workday Championship, como el noruego Viktor Hovland, por su segundo lugar en ese mismo torneo, tuvieron significativos avances en la clasificación para representar a sus respectivos equipos en la próxima Copa Ryder. Morikawa saltó cuatro posiciones hasta el tercer lugar, mientras que Hovland se ubicó en el cuarto en puntos de ranking mundial, con lo que ambos entrarían en forma automática al torneo de septiembre.
La clasificación se definirá a mediados de septiembre, tanto para los Estados Unidos como para Europa.
Fue realmente emocionante enterarnos del regreso a las competencias oficiales del LPGA Tour de Annika Sörenstam, la mejor golfista del mundo de las últimas décadas. Tras 13 años de ausencia, la sueca jugó en el Gainbridge LPGA, en Orlando, donde logró pasar el corte, gracias a rondas de 75 y 71, pero tarjetas de 79 y 76 la llevaron al último lugar de quienes pasaron el corte, 13 sobre par.
La intención es prepararse para competir en el U.S. Senior Women’s Open, este verano. «El objetivo es adquirir experiencia, así que intenté seguir mi rutina y hacer todo lo que hago en cada tiro», mencionó.