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Un U.S. Open diferente a todos

Fernando de Buen

El mundo está de cabeza. Con casi 18 millones de seres humanos contagiados con SARS-CoV-2, y más de 920,000 fallecimientos, el planeta ha tenido que modificar su estructura social y llevarla a extremos inimaginables para las últimas generaciones.

Las reacciones ante la pandemia del covid-19 han dejado prueba irrefutable de cuáles son los países que han actuado con respeto, inteligencia y altura de miras, y aquellos que han sido criminalmente irresponsables, subestimando las consecuencias de esta verdadera plaga apocalíptica. Desafortunadamente, tanto nuestro país como los Estados Unidos son claro ejemplo del segundo grupo.

No obstante, al igual que sucede en México, en los Estados Unidos existen agrupaciones que hacen caso omiso a la estulticia gubernamental e imponen sus propias reglas para el manejo y control de este tesonero coronavirus, para evitar que aumente el número de víctimas en los eventos que organizan. Un claro ejemplo es la United States Golf Association, a la cual me referiré simplemente por sus siglas: USGA.

Desde el inicio de esta crisis de salud, la USGA ha dedicado una increíble cantidad de recursos humanos y materiales a su atención, buscando que la práctica del deporte no sea un motivo más de la expansión del virus. Conforme fue avanzando la pandemia y se fueron adquiriendo conocimientos alrededor de sus características y control, la organización se dio a la tarea de diseñar un sistema que fuera útil y seguro para permitir el regreso de los golfistas a los campos donde practican, o incluso a los clubes a los que pertenecen. De estos estudios derivó un reglamento que ha adoptado exitosamente la Federación Mexicana de Golf para la reapertura de los clubes del país.

Sin embargo, en sus propios campeonatos, la USGA ha sido particularmente cuidadosa y, por primera vez en una larga historia que data de 1895, el torneo insignia de la institución, y para muchos el más importante del calendario anual internacional —el U.S. Open— se jugará sin público esta semana en el bello campo de Winged Foot, en Mamaroneck, N.Y.

Debe ser frustrante para un club que fue seleccionado diez o más años atrás, saber que cambia la semana programada —originalmente la tercera de junio, coincidiendo la final con el Día del Padre en los EE. UU.—, y peor aún, enterarse de que no habrá público, pues ello conlleva pérdidas sustanciales para todos, principalmente para la ciudad anfitriona, que deja de ganar millones de dólares por la atención de visitantes durante los cuatro días de juego —comidas, hospedaje, transporte y diversión, por mencionar algunas—, más las propias pérdidas de la institución derivadas de la cancelación de espacios para la atención del público, así como la producción de una enorme cantidad de artículos promocionales del torneo que ya no podrán venderse in situ.

No obstante, tanto para la USGA como para los patrocinadores corporativos que se han mantenido firmes en su apoyo al torneo, las graves limitaciones en la reconversión del evento a uno sin público han sido pauta para un proceso creativo que les permitirá seguir promocionando su marca ante los aficionados a distancia, a través de aplicaciones que reforzarán la percepción de los pormenores del torneo.

Junto con sus patrocinadores, la USGA ha diseñado experiencias que permitirán a los aficionados vivir el torneo desde sus casas, con mucha información adicional a la que se recibe por televisión. Por una parte, habrá tres canales de transmisión diferentes al oficial, cubriendo a grupos elegidos para cada fecha del torneo, y uno más que trasmitirá desde el área de práctica, con entrevistas y datos adicionales.

Otra opción para miembros VIP será la posibilidad de acceder a una transmisión desde las gradas habituales del hoyo 1, donde podrán ver los golpes iniciales de los mejores golfistas del mundo en su búsqueda por el venerable trofeo.

Otra aplicación nos mostrará el campo de Winged Foot por la vía de la realidad aumentada, y nos permitirá desplazarnos a través de cualquiera de sus 18 hoyos, con la posibilidad de mover las pantallas para apreciar cada punto del campo desde cualquier ángulo.

Por supuesto, todo alrededor de la aplicación oficial de U.S. Open, que nos dará la opción de seguir el proceso del torneo en tiempo real, el tablero de resultados hoyo por hoyo, seguir a nuestros favoritos, comparar sus golpes con los de otros y hacerlo en tiempo real. Esta aplicación está disponible para cualquier plataforma móvil.

En conclusión, suele suceder que los momentos más complicados de la humanidad se vuelven también los más creativos. Sin la necesidad de cubrir un torneo sin público, habría sido difícil llevar a cabo tan importantes esfuerzos para mejorar la experiencia televisiva de los aficionados. Del éxito de cada uno de estos proyectos, dependerá el efecto mercadotécnico de la inversión puesta en ellos.

A final de cuentas, tendremos un Abierto de los Estados Unidos sin precedentes en la historia, pero eso sí, con un sinnúmero de nuevas herramientas para apreciarlo con mayor intensidad.

De lo que estoy seguro, es que será un gran torneo.

fdebuen@par7.mx

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