Mobirise
website design templates

Editorial

Mobirise

María Fassi, durante la ronda final del Augusta National Women’s Amateur.

Mexicanos en Augusta y la augusta María

Fernando de Buen

En el momento en el que María Fassi calificó a la ronda final del Augusta National Women’s Amateur, asegurándose uno de los 30 lugares disponibles para jugar en el campo de Bobby Jones, comenzó a escribir una página reservada para muy pocos en el golf mexicano, a saber, el Campeonísimo Juan Antonio Estrada (1962-1964), en tres ocasiones, Víctor Regalado, en dos (1975, 1979) y el tapatío Álvaro Ortiz —amateur, al igual que Juan Antonio— , quien debutará esta semana en el Masters.

El torreonense Juan Antonio sigue siendo reconocido —y le sobran méritos para ello— como el mejor amateur nacido en tierras mexicanas. Su invitación al Masters corrió por parte del propio Bobby Jones, quien lo consideró durante aquellos años como uno de los mejores amateurs del planeta.

El tijuanense Víctor Regalado continúa siendo el único mexicano ganador en el PGA Tour, con dos triunfos en sus alforjas, lo que le valió sendas invitaciones automáticas al major de Georgia.

Tras haber conseguido dos subcampeonatos en las anteriores tres ediciones, Álvaro Ortiz ganó finalmente este año el Latin América Amateur Championship (LAAC), cuyo premio mayor es una invitación al grand slam de primavera. Esta semana debutará en el Masters, convirtiéndose en el primer mexicano en 40 años en hacerlo. Ojalá pase el corte y nos tenga en la orilla de las butacas viéndolo jugar los últimos 18 hoyos. 

Para María no fue fácil ganarse tan privilegiado derecho. Debió estar colocada entre las 72 mejores jugadoras amateurs del planeta al momento de la invitación y, después de 36 hoyos en juego por golpes, compitiendo en el Champions Retreat Golf Club, de la ciudad de Augusta, quedar entre las 30 que pudieron cruzar la memorable casa club para jugar en ese mágico campo, pletórico de gloria y simbolismo.

Haber escrito estas líneas en el libro de historia del golf mexicano, ya significa un logro enorme para María. Lo que vino después, habrá que ponerlo con letras grandes y doradas en su página.

Salió a la final en el segundo lugar, a un solo golpe de Jennifer Kupcho, la número 1 en el ranking mundial femenil amateur; a su bogey inicial lo cubrió con birdies en los dos siguientes hoyos y añadió dos más en los primeros nueve, para una extraordinaria vuelta de 33 golpes, tomando la delantera del torneo. Llegó a tener ventaja de dos, pero, a partir del hoyo 13, Kupcho nos demostró a todos el por qué es la mejor amateur del planeta y cerró con 5 bajo par los últimos seis hoyos del histórico campo, iniciando con una espectacular águila en el hoyo 13.

Así las cosas, María jugó en Augusta National compitiendo en el grupo de honor, peleó palmo a palmo por el campeonato, llegó a ser líder de este por dos golpes y concluyó como subcampeona. Difícil será superar tales logros.

Pero, en lo que será aún muy difícil igualarla, es en su extraordinaria calidad humana, dejando totalmente de lado la obvia frustración de no haber conseguido el campeonato, para sonreír, abrazar y rendirle un merecido homenaje a Jennifer, con una sonrisa sincera y un deportivismo ejemplar.
Mobirise
Ahora que se aproxima su debut profesional, al término de su campaña colegial y ya calificada al LPGA Tour, María habrá de aprovechar ese temperamento extraordinario —mezcla virtuosa de pasiones entre sus antecedentes argentinos y su corazón mexicano— para regalarnos grandes triunfos en el golf de paga.

Los dioses del golf —temperamentales y caprichosos, pero también apasionados y eternos promotores del amor por la competencia, más que por sus premios— se deben sentir orgullosos de la actuación de María y, sin duda, la seguirán de cerca y la bendecirán para asegurarle una carrera promisoria y escribir más páginas en su ya trascendente historia en el golf de nuestro país.
 
¡Qué orgullo que seas mexicana, María Fassi!

fdebuen@par7.mx