The Masters. Extraordinario final

Patrick Reed, enorme

Par 7. Redacción

Aún y cuando inició su cuarto recorrido con tres golpes de ventaja sobre Rory McIlroy, no todos daban por sentado que Patrick Reed resistiría la pesión de una ronda final, como las que solemos ver casi todos los años en el Masters. No solo mantuvo a raya a grandes jugadores como Rickie Fowler o Jordan Spieth, sino que jugó bajo presión el hoyo final y lo resolvió con un par que le valió el jersey verde.

Inició con bogey en el 1 y Rory, su compañero en el grupo de honor, le hizo birdie al 2, reduciendo la ventaja al mínimo. Apenas al hoyo siguiente, un birdie suyo contra el bogey del norirlandés, regresó las cosas a donde empezaron; Rory no volvió a la contienda por el título que le falta para completar el grand slam. Con tarjeta de 74 (+2), cayó al quinto lugar, con 9 bajo par.

Al dar la vuelta tras los primeros nueve, Patrick mantuvo el par de campo, produciendo dos birdies y dos bogeys. Hoyos más adelante, Rickie Fowler —que inició con cinco golpes más la final— y Jordan Spieth —que comenzó el domingo a nueve golpes— daban señales de no facilitarle el triunfo al texano de 27 años; Rickie con 3 bajo par en trece hoyos y Jordan con siete en el mismo tramo. Un bogey de Reed en el 11 puso las cosas más emopcionantes aún, pero reaccionó con un gran birdie en el 12, con el que demostró que no se dejaría amilanar tan fácil. Al tiempo que Patrick hizo un birdie más en el 14, Rickie hacía lo propio en el 15, manteniendo la distancia de dos, al tiempo que Spieth seguía buscando el milagro, embocando sus birdies octavo y noveno en los hoyos 15 y 16, igualando temporalmente el récord de campo del Masters y colocándose a dos de su segundo triunfo en Augusta.

Desafortunadamente, Jordan no pudo descontar en el 17 y le hizo bogey al 18, desperdiciando la oportunidad de unirse a los ejecutantes de un 63 en el campo de Bobby Jones y Alister Mackenzie; con 64 (-8) alcanzó el tercer lugar, con 13 bajo par.

El último desafío corrrió por parte de Fowler, quien le hizo un extraordinario birdie al 18, reduciendo su ventaja al mínimo y forzando a Reed a jugarlo sin errores. Tiró 67 y acumuló 14 bajo par.

Reed respondió con esa inquebrantable mentalidad que lo convirtió en el héroe de la pasada Copa Ryder y no pareció presionarse por la acometida final de Fowler. Encontró el fairway y alcanzó el green en regulación, dejando su bola arriba y a la izquierda de la bandera —lugar peligroso—, se pasó por 3 pies en su primer putt, pero embocó el segundo desde un metro, para dar inicio a la celebración. Tiró 71 y sumó 15 bajo par.

El regreso de Tiger
No fue ni remotamente su mejor torneo, pero, después de rondas previas de 73, 75 y 72, Tiger Woods se reconcilió con el campo que le ha visto vestirse con cuatro sacos verdes y, en el recorrido final logró un 69 con el que terminó en lugar 32 con 1 sobre par.