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Reglas de golf

Los premios y el estatus de amateur

Fernando Martínez Uribe


Lo que parece ser una moda de los últimos años está empezando a convertirse en un verdadero y grave problema para el golf, me refiero al mexicano, porque no conozco como estén las cosas en ese respecto fuera de nuestro país.

¡No es porque los de la USGA no le entiendan al golf, el motivo por el cual otorgar a los jugadores aficionados premios de más de $ 750 dólares está prohibido!

Hoy en día, empiezo a entender que la norma está más relacionada con la competitividad y honestidad de los jugadores, que con la ventaja económica que puedan recibir.

Los jugadores aficionados no están autorizados para competir por dinero. De hecho, los buenos jugadores de golf, aquellos que realmente aman el deporte, no se interesan en premios o dinero en las categorías, pero hoy en día son ya muy pocos. No me malinterpreten, claro que cuando los ganan los aceptan, pero eso para ellos es un adicional, el verdadero gusto es el de levantar el trofeo.

Los torneos están convertidos en eventos para regalar cosas a los jugadores y el interés de estos por ganar las competencias prácticamente no existe más; los espectaculares premios están en los hoyos par 3 para los O’yes y para los hoyos en uno.
Entonces resulta que es mucho más festejado el triunfo por un carro ganado por haber dejado una bola cerca de la bandera, que aquél que ganó la categoría Campeonato.

Y qué decir de las ceremonias de premiación donde todo mundo acude bajo la condición de estar presente para ser considerado en la rifa de clausura de un carro. Si la gente no quiere ir a las premiaciones, ¡que no vayan! Me parece que la gente no quiere torneos de golf, quiere eventos de par 3 y rifas.

Qué tal un experimento donde se pusieran dos precios a los torneos, el de $8000 (promedio) que veo hoy en día en los anuales con derecho a O’yes y rifas, y de $3500 solo para jugar por un trofeo con sus comidas y bebidas incluidas.

Entonces, si lo que la gente quiere son rifas, pues que hagan rifas y que cambien el nombre del lugar a Club Campestre de Rifas y quiten el distintivo de golf.

Nunca como hoy veo a jugadores presionando a medidores de O’yes para que anoten menores distancias; jugadores manipulando su hándicap para bajar de categoría y así poder tirar en los O’yes desde marcas blancas o en otras categorías para ganar los premios en efectivo. Nunca vi a tantos jugadores preparándose para hacer trampa con el fin de ganar un premio económico jugando al golf.

Ahora viene otra parte que también es grave: cada vez tenemos en las categorías Campeonato a más jugadores aficionados que han perdido su estatus amateur por los premios que han ganado con anterioridad. Prácticamente, ya no podemos distinguir entre los aficionados y quienes dejaron de serlo.

Espero que esto sea sólo una moda que pronto empiece a cambiar y que los torneos anuales de los clubes vuelvan a ser aquellas fiestas del aniversario del club donde era un honor participar y más aún pasar a recibir un trofeo; donde el golf era el principal atractivo y donde todo era cordialidad y compañerismo, donde se escuchaban aplausos y festejos a la hora de premiar, lejos de los tristísimos abucheos que empiezan a surgir hoy en día. Y queda la duda si se refieren a la honorabilidad del ganador o a la envidia por no ser los abucheadores los ganadores.

Triste el asunto. Un muy buen amigo me dijo este fin de semana, «Hemos perdido esa batalla». Ojalá se equivoque.
Recibiré con gusto sus comentarios para saber que piensan los lectores del tema; está muy bueno que funcione como encuesta: fernandomartinezuribe@yahoo.com.mx


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