.  

Fue dado de alta por sus médicos

¿Regresa Tiger... como Tiger?

Fernando de Buen

Dos noticias recientes se mezclan en mi cabeza, mientras el equipo de Par 7 online avanza en la elaboración del semanario que ahora está a la vista de ustedes, queridos lectores. La primera de ellas, a través de su cuenta de Twitter, nos muestra un video de Tiger Woods golpeando su driver a máxima potencia sin mostrar la más mínima molestia en el procedimiento; la segunda, el reciente triunfo de Pat Perez en el torneo del PGA Tour en Malasia, desmitificando la presunción de que, para ganar en el máximo circuito del golf internacional, es necesario tener músculos fuertes y una condición física óptima.

¿Y cómo se mezclan?

El punto en común entre todos jugadores de características tan diferentes entre sí, es la edad, pues ambos tienen 41 años. Y nada más.

Ahora bien, ¿por qué entonces, combinarlos en mi mente?

Empiezo con Tiger. Tras su forzada suspensión de actividades en febrero pasado, durante el torneo de Dubái, Tiger ha visitado más clínicas, hospitales y quirófanos que campos de golf, lo que había dificultado en gran medida su pronóstico de un posible regreso al golf competitivo. No obstante, hace apenas unos minutos de esta tarde del lunes 16 de octubre, Mark Steimberg, su agente, informó a los medios que Tiger está listo para regresar a las competencias sin restricciones.

Ahora sí, ya podemos hacernos la pregunta: habiéndose recuperado, ¿podría Tiger ganar torneos? En la mayoría de los casos, las respuestas que he escuchado son negativas y muchas de ellas mencionan que ya no se podría esperar que el mejor jugador del presente siglo pudiese superar a los jóvenes de veintitantos que han estado ganando la mayoría de los torneos y que hoy ocupan los más altos escalones del ranking mundial.

La racionalización de esas respuestas me lleva al segundo protagonista de mi reflexión: Pat Perez.

El flamante ganador del CIMB Classic, en Kuala Lumpur, y actual defensor del título del OHL Classic at Mayakoba, es la antítesis de lo que presumiblemente debería ser el golfista profesional de nuestra época; el que se somete a rutinas de dos horas diarias de ejercicio, antes de practicar golf durante otras seis, aparte de llevar un exigente régimen alimenticio. A diferencia de los citados jóvenes, Pat prefiere sentarse por las noches frente al televisor acompañado de una o más cervezas, rehúye terminantemente al ejercicio o a someterse a cualquier tipo de dieta.

Como todos hemos comprobado, Tiger mantiene una rutina permanente de ejercicio —de hecho, no parece haberla interrumpido durante su recuperación—, por lo que debe tener la fortaleza de sobra para golpear la bola como solía hacerlo, aunque ello no sucederá con el fin de evitar una lesión más que, sin duda, marcaría su retiro definitivo de los fairways. Aun así, no hay duda de que tiene mayor fortaleza y condición que el campeón Perez.

Si hablamos de experiencia, Tiger debutó en 1996, mientras que Pat lo hizo en 2002. En dicho lapso, el californiano ha ganado 79 torneos en el PGA Tour —entre ellos 14 grandes—, en tanto que su contraparte en este artículo ha conseguido tres triunfos, ninguno en majors; Tiger ha sido Jugador del Año en 11 ocasiones, Pat tuvo su mejor año en la temporada que acaba de terminar, alcanzando el lugar 15. Woods se mantuvo 683 semanas como el número 1 del mundo, Perez vive el mejor momento de su carrera, alcanzando el lugar 20 del Ranking Mundial. Al parecer, no queda mucha duda de quién tiene más experiencia.

Ahora bien, ¿qué tan difícil ganar en el PGA Tour después de los 40?

Sin ir más lejos, en el siglo pasado era realmente excepcional ver ganar a un jugador con más de 40 años. Sin embargo, los avances de la tecnología en bolas y palos de golf han recortado dramáticamente las diferencias entre jóvenes y veteranos, permitiendo que el número de triunfos de quienes sobrepasan las cuatro décadas es exponencialmente mayor desde los albores del nuevo siglo.

El mejor ejemplo vivo de la radical ayuda de la ciencia en el mundo del golf es el fiyiano Vijay Singh, quien acumuló en el PGA Tour 34 victorias, pero 22 de ellas fueron después de cumplir los 40, e incluso llegó a rebasar a Tiger Woods como número 1 del mundo durante su quinta década de vida. El inmortal Sam Snead —máximo ganador en la historia del PGA Tour con 82 triunfos— ganó 17 después de cumplir la edad señalada. Kenny Perry, hoy activo en el PGA Tour Champions, ganó en 11 ocasiones después de los 40 y solo en tres antes de pasar esa barrera. Julius Boros ganó 10 de 18 y Steve Stricker nueve de 12, bajo las mismas condiciones. Aquí cabe aclarar que solo Vijay, Perry y Stricker aprovecharon las nuevas tecnologías, pues los demás citados se retiraron durante el siglo pasado.

¿Por qué, entonces, no darle a Tiger el beneficio de la duda?

Si Pat Perez ha ganado en dos ocasiones en los últimos meses, contra fields muy competitivos, sin tener ni la fortaleza ni la distancia de las jóvenes estrellas del Tour, ¿por qué Tiger no podría ganar uno o más torneos, si llegase a recuperar la fuerza y salud suficientes para jugar un torneo en igualdad de condiciones con el resto de sus compañeros?

Quizá ya sea demasiado tarde para que lo veamos convertirse una vez más en el Jugador del Año o que vuelva a ser el número 1 del mundo, pero de allí a descartar terminantemente que el californiano pueda ganar de nuevo algunos torneos, me parece un tanto aventurado.

Deseo fervientemente la total recuperación de Tiger Woods y verlo competir en plenitud de facultades contra grandes veinteañeros, como Jordan Spieth, Hideki Matsuyama, Justin Thomas, Rory McIlroy, Rickie Fowler, Xander Schauffele o Ryo Ishikawa, entre algunos otros. Si ello sucediera, el golf volvería a brillar como lo hizo al inicio del siglo, cuando el último gigante del golf mundial se convirtió en el deportista más famoso del mundo.

fdebuen@par7.mx


.... .....