Cuando Tyrrell Hatton llegó al hoyo 18 del Golf club Milano, con 20 bajo par, todo parecía indicar que el Italian Open se definiría por muerte súbita, ya que antes que él, tanto el tailandés Kiradech Aphibarnrat (65) como el inglés Ross Fisher —quien cerró con un impresionante 63 con ocho birdies sin errores— habían concluido con ese mismo acumulado.
Sin embargo, tras un segundo golpe que dejó su bola a 15 pies del hoyo, Hatton embocó el birdie que le dio su segunda victoria consecutiva y tercera de su carrera en el circuito del viejo continente. Firmó tarjeta de 65, con cinco de sus seis birdies en los últimos nueve hoyos. Fue una ronda sin errores.
Hatton inicio su ronda empatado en segundo lugar, a dos golpes del líder, su paisano Matt Wallace y, al término de nueve hoyos su desventaja era de cuatro impactos. Fue gracias a los cuatro birdies consecutivos a partir del hoyo 12, como forjó el camino a su victoria.
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«Es sensacional ganar uno, pero ganar torneos consecutivos y defender en dos semanas es increíble.»
Tyrrell Hatton
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