• Inicia el U.S. Women’s Open
• Lincicome: declaración valiente
• Otra de Reglas, ahora Jon Rahm
El más importante torneo femenil del mundo se jugará en un campo de Donald Trump —Trump National in Bedminster— en New Jersey, por lo que han sobrado comentarios en contra de la decisión de la USGA de organizar un torneo más en un campo cuyo propietario ha sido abiertamente misógino y discriminador.
Para acabarla de amolar, existe la posibilidad de que el insoportable presidente de los Estados Unidos haga acto de presencia el día domingo, lo que seguramente convertirá a la final del torneo en una rebatinga política, opacando su brillantez. Si lo hace, la USGA llevará en el pecado su penitencia.
Al respecto del anterior, en respuesta a la pregunta del Chicago Tribune, acerca de cómo se sentía por jugar en un campo de Trump, Brittany Lincicome declaró: «Esperanzadoramente, quizá no aparezca y no habrá una gran debacle, y será acerca de nosotros y no de él. No lo conozco… Jugaremos en un campo asombroso, y dejaremos que nuestros palos de golf den de qué hablar.»
Ante algunas reacciones negativas, Brittany comentó que estará esta semana fuera de Twitter. «No quise ofender a nadie con mis comentarios… —declaró—. Mi punto era que quería que esta semana fuera acerca de golf y no de política».
Los problemas con las reglas de golf continúan y, en esta ocasión, se trató de un procedimiento por parte del español Jon Rahm, en el Irish Open que ganó. Durante la ronda final, en el hoyo 6, Rahm marcó su bola colocando la moneda al lado derecho de la misma y después la movió una cabeza de putter; sin embargo, cuando la regresó, quedó claro que colocó la bola por delante de la marca y no a un lado, como debió hacerlo.
El Oficial que atendió el caso decidió no castigarlo pues, si bien aceptó que no era el punto exacto, la distancia ganada no era de considerar. Despertó mucha polémica
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