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U.S. Open 2017: Erin Hills, hoyo por hoyo

Mauricio Durazo


Erin Hills


La fabulosa cancha de Erin Hills es la culminación de un sueño hecho realidad. Tres notables personajes intervinieron en su trazo: Michael Hurdzan, Ron Whitten y Dana Fry, quien se inició con Tom Fazio y posteriormente, con el propio Dr. Hurdzan. Se jugará con una longitud de más de 7700 yardas, así que los retos serán monumentales y los desafíos, enormes. Será la primera vez desde 1992, que se dispute en una cancha par 72. Adicionalmente, será la tercera cancha en la última década que haya sido seleccionada para debutar como sede del campeonato. Las otras fueron Torrey Pines y Chambers Bay. A continuación se describen los aspectos relevantes de cada uno de los 18 hoyos.


Hoyo 1, 605 yardas, par 5
Tremendo inicio, pero finalmente, un par 5 alcanzable en dos, con un enorme pantano a la izquierda del fairway. Un buen hoyo para intentar iniciar con birdie.


Hoyo 2, 358 yardas, par 4
Este hoyo tiene el green más pequeño del campo y, dependiendo de la calidad del golpe de salida, podría haber un tiro ciego al green.


Hoyo 3, 476 yardas, par 4
Primero de los largos par 4 del campo. Hay que sobrepasar un severo rough para acercarse al green, desde donde uno se enfrenta a un corto búnker que protege su entrada.


Hoyo 4, 439 yardas, par 4
Un rough muy denso reta para colocar la pelota en fairway y otra serie de búnkeres hacen obligado un segundo tiro corto, si se falla el fairway. Además, el green tiene poca profundidad.


Hoyo 5, 505 yardas, par 4
Muy largo par 4, abierto para pegadores, pero con otro corto búnker que protege la entrada a green. Retador para quienes utilicen hierro largo con intención de evitar la arena.


Hoyo 6, 237 yardas, par 3
Largo par 3, pero abierto y sencillo de alcanzar; sin embargo, los tiros cortos quedarán atrapados por un falso frente y quienes se desvíen, enfrentarán un tremendo búnker lateral.


Hoyo 7, 607 yardas, par 5
Largo par 5, con múltiples obstáculos, que va acompañado de búnkeres en el trayecto al green y otra gran área arenosa que se tragará los tiros que no lleguen a green. Por si fuera poco, la gran pendiente del green hace más interesante el reto.


Hoyo 8, 492 yardas, par 4
Un brusco dogleg de derecha a izquierda con un fairway de gran pendiente que pone mayor presión al tiro de salida. Solo tres búnkeres, pero muy profundos para proteger la entrada al green.


Hoyo 9, 165 yardas, par 3
Parece un respiro de los anteriores hoyos, pero este corto par 3 no es sencillo. Un collar de búnkeres circunda el green y otro gran búnker está oculto desde el tee de salida.


Hoyo 10, 504 yardas, par 4
El golpe de salida es ciego, pero con un buen drive se puede aprovechar el declive y hacer un tiro de acercamiento más corto al green. Varios búnkeres peligrosos protegen el golpe hacia el green.


Hoyo 11, 403 yardas, par 4
Un corto par 4 que será uno de los más sencillos. Prácticamente ho hay obstáculos para la salida y el segundo tiro será más corto que en otros hoyos. También hay búnkeres protectores, pero hay más espacio para el error.


Hoyo 12, 464 yardas, par 4
Un fairway con muchas ondulaciones hacia un green desprotegido de búnkeres a la entrada. Un gran tiro de salida se beneficiará de una gran bajada, que hará más corto el segundo golpe.


Hoyo 13, 215 yardas, par 3
Un green elevado semejando una meseta, que arrojará del green los tiros que no sean precisos. Un gran búnker lateral a la izquierda, que atrapará muchas pelotas.


Hoyo 14, 612 yardas, par 5
Un largo fairway que serpentea en subida hacia un green alcanzable en dos golpes. Antes, los jugadores deberán sobrepasar un denso rough y lidiar con los búnkeres. Quienes lo jueguen a tres golpes, probablemente enfrenten un tercer tiro complicado, quizá ciego.


Hoyo 15, 370 yardas, par 4
Un racimo de búnkeres retará a los golpes de salida más agresivos. Un corto segundo tiro deberá ser muy preciso, ya que el green está en elevación y los costos de fallar, severos.


Hoyo 16, 200 yardas, par 3
Un estrecho green que se alarga hacia el fondo, muy protegido en ambos lados; el lugar para fallar es corto de green, con un área amplia libre para ejecutar cómodamente el segundo golpe.


Hoyo 17, 481 yardas, par 4
Hoyo atípico, que es un respiro para quienes han estado mucho tiempo en la arena. Sin búnkeres, la dificultad estriba en las ondulaciones, muy severas circundando el green, las cuales dificultan un segundo tiro.


Hoyo 18, 663 yardas, par 5
Un digno final con el hoyo más largo del campo. Reaparecn los búnkeres, un largo par 5, inalcanzable en dos. Los jugadores buscarán el mejor ángulo para ejecutar el tercer tiro al green. La parte derecha del fairway ofrece el mejor lugar para esquivar los búnkeres alrededor del green. Un final de antología.


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