Masters Tournament. Venció en desempate a Justin Rose

Finalmente, ¡Sergio!

Par 7. Redacción

Tras un extraordinario Torneo de Maestros que se extendió hasta el primer hoyo de desempate entre el español Sergio García y el inglés Justin Rose, el primero consiguió el birdie de la victoria en el primer hoyo (18), rompiendo una casi eterna racha de majors sin triunfos, que terminó en 74.

El recuerdo de Arnie
Muchos nos preguntábamos si alguien sustituiría al inolvidable Arnold Palmer como el tercer abridor honorario de la edición 81 de este torneo. La respuesta del Club de Georgia fue absolutamente elegante: El propio Rey estuvo presente. Su saco fue colocado en una silla dentro de la mesa de salida, mientras su viuda Kit recibió una sentida ovación en su nombre. Gary Player y Jack Nicklaus dieron los golpes iniciales.

La caída del número 1
Literalmente, eso fue lo que le pasó a Dustin Johnson quien, en la víspera del inicio del torneo, resbaló por las escaleras de la casa que estaba rentando en las cercanías del campo, lastimándose la espalda baja, lo que al final de cuentas provocó su retiro del campeonato. El Masters perdería al número 1 del mundo.

El torneo
Durante las dos primeras jornadas, la ira de los dioses del golf se hizo presente en Augusta National. El viento y el frío, combinado con los extremadamente rápidos greens, provocaron muy pocas actuaciones por debajo del par, en un torneo que parecía más de supervivencia que de lucimiento. Un solo jugador, Charley Hoffman, desafió a los dioses del golf con una primera ronda de 65 golpes, 7 bajo par, para sacar cuatro de ventaja al segundo lugar, donde solo 11 jugadores terminaron por debajo del par de campo. En el pecado llevaría la penitencia y Charley habría de terminar en el lugar 22, con tarjetas subsecuentes de 75, 72 y 78, acumulado de 2 sobre par.

El segundo día, algo menos complicado que el primero, nos mostró a un Rickie Fowler poderoso, quien tuvo la mejor ronda del día con 67 golpes, una de las 14 que se lograron bajo par.

¿El único jugador con sus dos primeras rondas por debajo del par de campo? Sergio García.

Para el fin de semana, el clima fue otra cosa, con vientos casi nulos y una temperatura perfecta para jugar al golf. Justin Rose entregó tarjeta de 67 y alcanzó 6 bajo par, compartiendo el liderato con García (70). Rickie Fowler (71) se colocaría en tercer lugar con un golpe más, mientras que Jordan Spieth (68) llegaba a la final con -4.

Domingo
Con un Justin Rose que ya ganó el U.S. Open como colíder, un Jordan Spieth —doble campeón del Masters— al acecho y un Rickie Fowler que sube como la espuma, los momios no favorecían al español, a pesar de que había obtenido un buen resultado en cada una de las tres rondas previas, bajo condiciones muy diversas. No obstante, Sergio inició con birdie y consiguió otro en el hoyo 3 para tomar dos golpes de ventaja que se volvieron tres, ante el bogey de Rose en el 5.

El inglés reaccionó extraordinariamente y ligó tres birdies consecutivos a partir del hoyo 6, empatando nuevamente el liderato con Sergio, en 9 bajo par.

Los problemas de García iniciaron con el famoso Amen Corner, de donde salió muy mal liberado, con bogeys en los hoyos 10 y 11, más par en el 12.

La desventaja de dos con respecto a Justin pudo duplicarse en el 13, pero ese hoyo marcaría los hechos que habrían de influenciar en gran forma al resultado final del torneo. Con una muy mala salida en dicho par 5, el Niño debió utilizar un golpe de castigo para salir de una posición injugable y regresar con su tercer golpe al fairway. El cuarto fue un approach sensacional, aunado a un magnífico putt que le permitió salvar el par. El británico, por su parte, se había pasado ligeramente de green su segundo golpe, y su tercero fue casi perfecto, pero se pasó por 5 pies y, desafortunadamente para su causa, falló el putt para birdie, saliendo con par.

Vinieron dos golpes extraordinarios por parte de García. El approach en el 14, par 4, en preparación para un birdie, y el segundo del 15 —par 5— un hierro 8 desde 172 yardas que golpeó el green a milímetros del hoyo, rebotó en el asta y se alejó 14 pies, pero Sergio embocó el águila que lo empataba nuevamente en el liderato, pues Justin consiguió birdie en el mismo hoyo.

Dos extraordinarias salidas en el par 3 del hoyo 16 presagiaron más birdies, pero mientras Rose embocó el suyo desde 8 pies, Sergio fallaría desde 7. Del hoyo siguiente el inglés saldría con bogey, provocando un nuevo empate al inicio del hoyo final.

Estando ambos en fairway en el 18, primero tocó el turno a Justin, cuya bola salió hacia la orilla derecha del green pero, para su suerte, la bola rebotó con fuerza a la izquierda y quedó a solo 7 pies del hoyo; Sergio respondió con otro extraordinario golpe, dejando su bola a 5 pies. Por increíble que parezca, ambos fallarían y, con tarjeta de 69 impactos, irían a muerte súbita con 9 bajo par.

La salida de Rose en el desempate se abrió a la derecha, desde donde solo pudo avanzar unos cuantos metros para regresar al fairway; su tercer golpe quedó a 15 pies del hoyo. El peninsular había encontrado la pista y su segundo golpe salió en línea a la bandera, pasándose por 12 pies. Justin tiró primero y falló su putt, dejándole Sergio dos putts para ganar el torneo; no hicieron falta, ya que embocó el primero, dando lugar a una de las más emotivas celebraciones que se puedan recordar en la historia reciente del golf.

El público estadounidense, que no ha sido muy proclive a mostrar su apoyo al español —debido a su desafiante actitud en sus muchas apariciones en la Copa Ryder—, en esta ocasión se rindió ante él y, al grito de «Sergiooo, Sergiooo…» Celebraron su victoria.