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WGC-México Championship. El Club de Golf Chapultepec, gran sede

Los números detrás del WGC-MX

Fernando de Buen


Dustin Johnson y Benjamín Salinas Sada.

Terminaron las especulaciones. Tras cuatro días de una increíble competencia, el WGC-México Championship fue un éxito, pero no solo en la organización, infraestructura y control, sino también en la comprobación de que el campo sede, el Club de Golf Chapultepec tiene con qué defenderse de los mejores golfistas del planeta, a pesar de que la altitud del campo, que casi llega a los 2400 m sobre el nivel del mar, empequeñece las 7330 yardas de su recorrido en par 71.

Empecemos por el resultado final. El haber contado con 76 de los mejores jugadores del mundo y ser testigos del triunfo de Dustin Johnson con 14 bajo par (266 golpes), es una muestra irrefutable de que el campo de Av. Conscripto tuvo medios más que suficientes para defenderse de estos auténticos bombarderos. Baste asomarse a las estadísticas históricas del PGA Tour, para enterarnos que el acumulado de golpes más bajo de la historia es de 254, por Tommy Armour III, en el Valero Texas Open, que se jugó en The Resort at La Cantera, par 70, 26 abajo, mientras que, en relación con el par de campo, Steve Stricker registró un impresionante 33 abajo, durante el Bob Hope Classic de 2009 (255 golpes).

Otra de las cosas que podemos observar en las estadísticas, es que menos de la mitad de los jugadores terminaron por debajo del par de campo, lo que seguramente pondrá a este torneo entre la mitad con mayor grado de dificultad, al término de la actual temporada del PGA Tour.

Dificultad Hoyo Par Yardas Promedio Águilas Birdies Pares Bogeys Dobles Otros +/- promedio
1 8 4 525 4.36 0 24 164 104 10 3 0.36
2 7 3 235 3.24 0 22 209 54 19 1 0.24
3 13 3 225 3.16 1 19 219 62 3 0 0.16
4 5 4 445 4.14 0 46 180 72 5 2 0.14
5 10 4 450 4.12 0 47 186 62 10 0 0.12
6 4 4 506 4.11 0 35 204 64 2 0 0.11
7 14 4 482 4.1 1 38 199 63 3 0 0.1
8 17 3 172 3.07 0 29 231 38 5 1 0.07
9 3 3 186 3.04 0 48 203 47 7 0 0.04
10 16 4 403 4.02 0 57 187 58 2 0 0.02
11 9 4 382 3.99 1 54 204 40 4 2 -0.01
12 12 4 406 3.98 0 70 180 47 5 2 -0.02
13 18 4 388 3.97 0 60 197 42 5 0 -0.03
14 6 5 625 4.96 2 88 158 37 18 2 -0.04
15 2 4 387 3.92 0 72 189 41 3 0 -0.08
16 1 4 316 3.72 9 113 147 30 4 2 -0.29
17 11 5 622 4.69 7 118 152 20 8 0 -0.32
18 15 5 575 4.49 13 146 128 16 1 0 -0.51

Una estadística que es muestra de las muchísimas emociones que nos regaló este torneo, es que hubo un total de 77 hole-outs, número meramente circunstancial que, si bien no marca un récord histórico (103), también es importante señalar que el field en el Chapultepec, 77 jugadores, es sensiblemente menor a los poco más de 140 que juegan regularmente en el Tour cada semana.

Los muchísimos árboles que delinean los fairways de este campo, también fueron grandes protagonistas del torneo y, en parte gracias a ellos, vimos tiros espectaculares, con una increíble dosis de imaginación. Como suele suceder cada vez que está presente en un evento, Phil Mickelson fue el rey de los tiros de fantasía.

Del torneo, yo me quedo con tres golpes: el primero de ellos, la salida de Dustin Johnson el sábado en el hoyo 1, par 4, con un hierro 2 que recorrió 316 yardas, para posarse en el green (y la consecuente águila); el segundo, también de Johnson, el tiro de 127 yardas desde el bunker en el hoyo 72, facilitándole la obtención del campeonato y, el más espectacular de todos, el hoyo en uno conseguido por Justin Thomas en el hoyo 13 el sábado, desde 232 yardas, donde su bola dio un gran bote antes de desaparecer de aire cual ratón en madriguera.



De acuerdo con datos proporcionados por Grupo Salinas, el torneo contó con la asistencia de aproximadamente 45 mil espectadores entre miércoles y domingo. Impresiona también el estimado de mil millones de hogares con acceso a las transmisiones televisivas en 224 países.

Más que en lo personal, gocé el evento con los ojos de los miles de niños y adultos presentes, que corrían de un lado al otro para ver los golpes de sus ídolos. Mi experiencia no fue tan grata, sino más bien lo contrario, pero ello no tuvo que ver con la brillantez del evento y sus extraordinarios protagonistas. Quizás en alguna entrega futura les platique al respecto.

fdebuen@par7.mx


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